Por sus frutos los conoceras por sus frutos seran conocidos

por sus frutos los reconoceran nvi, por sus frutos los reconocere, por sus frutos los reconocerán reflexionDios le está dando voz a su Iglesia. Por medio de la televisión haremos correr los testimonios de milagros que Dios hace en su Iglesia.

Dios hacía milagros por medio de Jesús y los sigue haciendo hoy. Nuestro cuerpo es tierra y no entiende lo espiritual. En el último tiempo Dios aumenta las experiencias y el Pastor avisa más que nunca a la congregación.
Hace tiempo que se divisa sobre la Iglesia de Samaria una nube como un manto, esto es más que una señal del Cielo para España. Nuestra batalla no es contra carne ni personas. Nos podemos liberar de cadenas físicas pero de las ataduras internas, sudarios de muerte no es tan fácil. Los pecados que más abundan hoy son: rebeldía, soberbia y murmuración. Todos ellos gobernados por la lengua. Esto es un mundo de maldad. Mueven a las personas muy fácilmente por comentarios de maldad. Muchos toman actitudes en las que se autoproclaman en un nivel de cielo, pero el Espíritu Santo no da la garantía para ellos. Es un peligro no saber realmente a dónde vas (en el reino). A muchos el Señor les dirá: “No os conozco y por tanto no podéis entrar en mis Reinos”.

Daniel entró en una purificación fuera de lo normal para lo que existía en aquella época. Sus amigos se unieron a Él y sus vidas resplandecieron en ciencia más que todos sus contemporáneos. Purificarse es negarse y todo ese esfuerzo resulta para vida eterna. Este joven comprometió al mayordomo, pero luego se ganó su confianza y le testificó de la Fe en el Dios Vivo. Hay un mundo de maldad paralelo a lo que los hijos de Dios viven, no debemos ignorar esto. El Amor de Jesús es Grande pero es ilimitado y por ello no debemos conformarnos a lo que hemos conocido. El camino más excelente para un hijo de Dios es su Amor.

Daniel y los suyos necesitaban la disciplina para poder experimentar la prosperidad de la ciencia y el Amor Divino. Cuando un vaso está vacío, no tiene ninguna presencia. Debemos ponernos bajo el agua de la Palabra para ser limpiados. Si queremos dar de beber a alguien, estaremos primero bajo disciplina y llenura del Espíritu. Hay que apartarse de las comidas de los ídolos y de los que escupen veneno en sus murmuraciones. No participaré de la comida de las tinieblas.

Hoy Samaria vive apoyando la Palabra desde la obediencia (estamos bajo su nube). Queremos ser luz y ciencia para discernir las rebeldías ocultas que las personas esconden para hacer daño. La murmuración es como agujas finas que te traspasan poco a poco, pero al final te envenenan y te hacen morir antes de tiempo. No podemos condicionar a Dios ni tratarlo como alguien normal. Él es soberano y si no le conocemos no podremos obtener nada de su parte. Daniel le conocía y por ello le entendía y le obedecía.

Los frutos nos delatan para bien o para mal. Querer suplantar los frutos es falso y este argumento acaba cayendo y no se sostiene. Tener el Amor de la Trinidad en mí, es para obedecerlo. Esteban (Diácono) estaba completo y consiguió ponerlo de pie ante la exposición de frutos que hizo delante de los demonios. ¿Quién pone al Señor hoy en pie? ¿Qué cualidades tenemos para ofrecerle? Muchos aconsejan hoy, con los libros de conocimientos humanos, pero nunca cicatrizan los corazones heridos por la crítica y la murmuración.

Tener revelación de los cielos no es difícil en este tiempo, pero reunir los requisitos para que Él nos mire, si es difícil. Cuando Dios humilla, no habrá quien nos libre. Él es misericordioso pero no puede caber en su Gloria nada de lo que se ha cocinado en los infiernos.

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